24 de septiembre de 2009

Todos tenemos una imagen que mostramos a la sociedad de forma pública. Todos nos creamos un personaje con el cual nos sentimos a gusto. Pero en el fondo, todos somos más complejos de lo que nosotros mismos creemos. Tenemos tantas facetas y tantos aspectos por descubrir que nunca podremos llegar a aburrirnos, siempre habrá algo nuevo que nos sorprenda de nosotros mismos, algo que nos haga dudar sobre si somos de una manera u otra.



Pero en realidad no podemos elegir, llevamos dentro cada una de las personalidades habidas y por haber, solo que escondemos las que menos nos gustan y dejamos salir aquella con la que más cómodos estamos.

2 comentarios:

galmar dijo...

sí, pero la comodidad es relativa, no depende solo de nuestra cara, sino de la mirada del otro...
el huevo, o la gallina, no sé lo que fue antes, pero lo bueno de todo esto, es la interacción entre dos miradas, que se miran, desde el alba, en la eternidad de la mañana, del mañana...
un beso de boas noites :)

Ela dijo...

o la que nos conviene mostrar!!