29 de septiembre de 2009

Capítulo 7 – La boda

Abrió los ojos muy poco a poco, no podía creer que fuera a casarse.
Eran las ocho y cuarto y la peluquera estaba a punto de llegar. Para Silvia, toda boda que se precie debe tener su propio servicio a domicilio. Ir hasta la peluquería del barrio para que una mujer entrada en años le arregle el pelo y su ayudanta joven e inexperta le maquille, jamás se le hubiera ocurrido.
Se comió una tostada con mermelada de fresa y tomó un zumo de naranja recién exprimido, que su propia madre había preparado. María José, que así se llamaba la madre de la futura mujer de Don Portelinni, estaba aún más nerviosa que la propia hija. Jugueteaba con una pelota de color rojo que su hija le había proporcionado para que se tranquilizara y dejara de ponerla más nerviosa a ella también.



Cuando ya se hubo colocado la lencería íntima de un blanco pulcro, se colocó con sumo cuidado un lazo de seda azul (préstamo de su madre).
Como estaba previsto, un cuarto de hora más tarde llegó la peluquera. Que resultó ser peluquero.
Saltaba a simple vista que había estado en bastantes bodas de ese valor económico, ya que traía con el un arsenal de productos de belleza dentro de cuatro maletines de piel de cocodrilo, que eran sostenidos por cuatro ayudantas jovencitas, muy monas todas ellas, ataviadas con unas faldas rojas y unos suéteres color beige.

27 de septiembre de 2009


- ¿Quién eres tú?- llegó a pronunciar. El tiempo les había cambiado demasiado. Demasiado para no reconocer a la persona que tenía delante.
- ¿No me reconoces? Hace un tiempo éramos como uña y carne-. Pero Laura apenas recordaba la última vez que se vieron. Era como si todos sus recuerdos hubieran sido tapados bajo una sábana blanca en un cuartucho oscuro. Nada podía hacerlos volver, ya que ella misma se había encargado de guardarlos bien allí donde estaban, para no volver a repetir ese dolor. ¿O quizás volviera a ocurrir?

24 de septiembre de 2009

Todos tenemos una imagen que mostramos a la sociedad de forma pública. Todos nos creamos un personaje con el cual nos sentimos a gusto. Pero en el fondo, todos somos más complejos de lo que nosotros mismos creemos. Tenemos tantas facetas y tantos aspectos por descubrir que nunca podremos llegar a aburrirnos, siempre habrá algo nuevo que nos sorprenda de nosotros mismos, algo que nos haga dudar sobre si somos de una manera u otra.



Pero en realidad no podemos elegir, llevamos dentro cada una de las personalidades habidas y por haber, solo que escondemos las que menos nos gustan y dejamos salir aquella con la que más cómodos estamos.

21 de septiembre de 2009

¡Bienvenida a la Universidad!


Clase de Economía, charla con el Decano y la Vicedecana y clase de Fundamentos de la Comunicación y de la Información.


Hoy ha sido un día que marcará un antes y un después en mi vida, o eso espero. Lo he pasado genial en mi primer día como universitaria, y espero que mañana me sigan sorprendiendo para mejor las nuevas asignaturas y los compañeros de clase (con los que ya he hecho amistad en algún caso).

20 de septiembre de 2009

Último día de vacaciones

A pesar de que aún seguimos en verano, aquí en el norte, ya ha comenzado a llover dese hace ya unos días. El ambiente está triste y gris y todo eso lleva a la fatalidad de empezar un nuevo curso, nuevos retos, nuevas responsabilidades; en las que no van incluuidas las risas, ni el divertimento. En definitiva, se acabó el buen humor y los días en los que tumbarse en el sofá era la mejor opción de administrar el tiempo. Solo queda trabajo, trabajo y más trabajo.

9 de septiembre de 2009



Éstas han sido las primeras vacacines a tu lado, pero sé, que no serán las últimas.

2 de septiembre de 2009


Nos esperan unos
días inolvidables, juntos.