31 de agosto de 2009

That's the way, I feel it.

Es una nueva Era,
quizás una nueva etapa de esas que marcan tu vida para siempre.





















Sí, quiero vivirla.

21 de agosto de 2009


No salgo de mi asombro cuando me encuentro con situaciones tan ridículas que jamás pude imaginar. A veces tienes tanta fe ciega en ciertas personas, que creer conocerlas hasta el mínimo detalle, y sin embargo, te ves envuelto en una situación que no esperabas.

A veces creo que no vale la pena luchar por algo para que luego te sea arrebatado de manera ilógica.

13 de agosto de 2009

Retazos de mi novela

No podía dormir. Eran las cinco de la mañana y apenas había pegado ojo. Se revolvía entre las sábanas reflexionando sobre si había tomado la elección correcta. Ricardo, ajeno a todas sus dudas, se encontraba dormido al lado de ella. Se giró para mirarle de cerca. No podía creerlo, iba a marcharse a Alemania con aquel hombre que ahora dormía placidamente en su cama.
Parecía algo tan arriesgado e impulsivo. Y hacía mucho tiempo que Silvia no sentía nada de eso. Había dejado de hacer cualquier cosa que no estuviese planificada, se había hecho mayor antes de lo pensado. Por eso, la sola idea de abandonar el país con su ‘amante’ como en una película de Hollywood, hacía que su futuro pareciera más excitante y maravilloso que en los últimos cinco años.



De pronto sonó el móvil de Ricardo. A pesar del ruido escandaloso que había producido, éste no se despertó.
Decidió mirar, por si acaso era una urgencia o algo importante, claro está. Lo cogió y vio un mensaje de una chica que no conocía. Una tal Juliette.
La intriga y curiosidad sana se habían desvanecido dejando paso a cierta sospecha.
¿Juliette? Ricardo jamás la había hablado de ella. Intentó tranquilizarse pensando que quizás fuera una prima o algún pariente lejano que necesitaba de él, o simplemente una buena amiga. Una buena amiga que le llama a las cinco de la mañana desesperada por sus besos y sus...
‘¡Basta! No seas paranoica’ se tuvo que decir así misma para no empezar a arrepentirse antes de lo previsto de su elección de pasar en Alemania los siguientes seis meses.

7 de agosto de 2009


Borrosas líneas trazadas a mano alzada.

¿Por qué no puedo ver más allá de esta silueta borrosa?
¿Cuál es la razón para que no consiga avanzar? ¿O es retroceder lo que quiero?
Sí, sí. Desearía con todas mis fuerzas poder volver a resurgir aquellos maravillosos años, quizás no maravillosos debería reconocer, pero las comparaciones son tan indiscretas que no dan pie a equivocación alguna.

6 de agosto de 2009


Incandescente, intransigente.
Penetrante y jadeante. Ácida, temeraria.
Furtivamente atractiva y felinamente única.

3 de agosto de 2009


Sumamente delicada. Así era ella.
Dormía placidamente en su cama, de medio lado. Mientras él la observaba, apoyando su cabeza sobre su mano.
Estaba tapada hasta la cintura y dejaba ver su camiseta de tirantes rosa con ese dibujo tan infantil que consiguió sacarle una sonrisa al pensar lo boba que se ponía cuando intentaba hacerle reír.
Ella era su GRAN AMOR. Ahí, tumbados los dos, se puso a pensar en lo mucho que le importaba ella.
Jamás había sentido algo tan profundo por nadie. No se había dado cuenta, pero el paso del tiempo y su sonrisa habían terminado por enamorarle de una manera loca.

Tenía todo lo que ansiaba en una mujer. Ella era perfecta para él.
Siempre de buen humor, conseguía alegrarle cualquier día triste, con un entusiasmo y una vitalidad inconcebibles.
Su inocencia particular aún seguía vigente en ella, aunque al mirarla de nuevo, le parecía estar viendo a otra mujer diferente. Y estaba orgulloso de haber podido compartir ese largo camino junto a ella.
La adoraba. Le tenía encandilado.

Para él, ella lo era TODO.