Tus pupilas se clavan como puñales en mí, mis neuronas viajan al País de Nunca jamás. Y mientras espero un próximo tren de oportunidades, resurge en mí una ilusión perdida.
Aprietas tu puño como si de algo etéreo se tratara, pero eso que sujetas bruscamente no es sino mi corazón. Afixiado, estrangulado sin piedad. Ya no puede darte más.
4 comentarios:
bonito país :))
me gusta me gusta....
lindo!
Qué triste, Laura :/
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